18 de julio de 2010

Soy un incomprendido de la vida.

Estaba cenando. Practicamente había acabado. Fuí al comedor a descansar un poco de la comida. Allí estaba mi tio y unos primos sentados en el sofá mirando la televisión. Me senté en un sillón contemplando también lo que ponían en los canales. Después de un rato llamé a mi abuela.
- ¡Yaya! - exclamé - ¡Yaya ven un momento por favor! - volví a insistir.
Entonces mi abuela me dijó a la lejos:
- ¿Qué quieres?
- Ven un momento por favor - repetí. Preferí que viniera porque seguramente no me oiria a esa distancia.

Entonces se acercó y le comenté:
- Quiero unos melones. Claro de postre. - Especifíqué por si en el muy peor de los casos se le ocurría lo más impensable.

Me sirvió entonces en la mesa de la cocina unas frutas. Ya había acabado el segundo plato. Así que decidí tomármelos. Me cogí una banana para comérmela mientras veía la televisión a la vez que reposaba.

Me senté en el sillón. Estaba toda la familia mirando el televisor. Hubo un momento en que mi tio me miró fijamente. Pensé que a lo mejor le apetecía un poco de mi platano, asi que le alargué la mano preguntándole:
- ¿Te apetece probar mi plátano?

Creo que en aquel momento me mal interpreto porque creía que me estaba refiriendo a mis miembros más íntimos. Siempre debía cuidar mi manera de expresarme. Siempre se pensaban que hablaba de cosas de contenido sexual.No lo podía aguantar que nunca me entendiesen. ¡Vaya asco!

1 comentario:

  1. ¡Es que suena un poco mal!
    XD anda que no es gracioso ni nada el doble sentido :p.
    Por cierto me gusta tu blog :) nos vemos ^^

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Pedazo capullo escribe algo aquí: